DOMINGO DE PASCUA
LAUDES
VERSÍCULO INTRODUCTORIO
V/. Señor, ábreme los labios.
R/. Y mi boca proclamará tu alabanza.
HIMNO
SALMODIA
Ant.1:
2.- Cum Rex ille fortíssimus,
mortis confráctis víribus,
pede concúlcans tártara,
solvit a pœna míseros.
3.- Ille qui clausus lápide,
custodítur sub mílite,
triúmphans pompa nóbili,
Víctor súrgit de fúnere.
4.- Solútis iam gemítibus,
et inférni dolóribus,
quia surréxit Dóminus,
respléndens clamat Ángelus.
5.- Quǽsumus, Auctor ómnium,
in hoc pascháli gáudio,
ab omni mórtis ímpetu
tuum defénde pópulum.
6.- Glória tibi Dómine
qui surrexísti a mórtuis,
cum Patre et Sancto Spíritu,
in sempitérna sǽcula. Amen.
Salmo 92
1 El Señor reina, vestido de majestad, /
el Señor, vestido y ceñido de poder:
así está firme el orbe y no vacila.
2 Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno.
3 Levantan los ríos, Señor, /
levantan los ríos su voz,
levantan los ríos su fragor;
4 pero más que la voz de aguas caudalosas, /
más potente que el oleaje del mar,
más potente en el cielo es el Señor.
5 Tus mandatos son fieles y seguros, /
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término.
Se repite la antífona.
Ant.2:
Salmo 99
1 Aclamad al Señor, tierra entera, /
2 servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
3 Sabed que el Señor es Dios: /
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, /
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
5 “El Señor es bueno, /
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades”.
Se repite la antífona.
Ant.3:
Salmo 62
2 Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agotada, sin agua.
3 ¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
4 Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
5 Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
6 Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
7 En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
8 porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
9 mi alma está unida a ti
y tu diestra me sostiene.
10 Pero los que buscan mi perdición
bajarán a lo profundo de la tierra;
11 serán entregados a la espada,
y echados como pasto a las raposas.
12 Y el rey se alegrará con Dios, /
se felicitarán los que juran por su nombre,
cuando tapen la boca a los traidores.
Se repite la antífona.
Ant.4:
Cántico AT 47
Dn 3,52-57
52 Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito tu nombre, santo y glorioso:
a él gloria y alabanza por los siglos.
53 Bendito eres en el templo de tu santa gloria:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
54 Bendito eres sobre el trono de tu reino:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
55 Bendito eres tú, /
que, sentado sobre querubines, sondeas los abismos:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
56 Bendito eres en la bóveda del cielo;
a ti honor y alabanza por los siglos.
57 Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Se repite la antífona.
Ant.5:
Salmo 150
1 ¡Aleluya!
Alabad al Señor en su templo,
alabadlo en su fuerte firmamento. /
2 Alabadlo por sus obras magníficas,
alabadlo por su inmensa grandeza.
3 Alabadlo tocando trompetas,
alabadlo con arpas y cítaras,
4 alabadlo con tambores y danzas,
alabadlo con trompas y flautas,
5 alabadlo con platillos sonoros,
alabadlo con platillos vibrantes.
Todo ser que alienta
alabe al Señor. ¡Aleluya!
Se repite la antífona.
LECTURA BREVE Hch. 10,40-43
Dios resucitó a Jesús al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.
RESPONSORIO BREVE
ANT. DEL BENEDICTUS
Ant. Año A:
Ant. Año B:
Ant. Año C:
Cántico NT 2: Benedictus
Lc 1,68-79
68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
69 suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
70 según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
71 Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
72 realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
73 y el juramento que juró
a nuestro padre Abrahán.
74 Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
75 le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
76 Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, /
porque irás delante del Señor,
a preparar sus caminos,
77 anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
79 para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte;
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Se repite la antífona.
SÚPLICA DE LA LETANÍA Y PADRE NUESTRO
ORACIÓN
Señor Dios, que en este día nos has abierto las puertas de la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte, concede a los que celebramos la solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu Espíritu, para resucitar en el reino de la luz y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
VERSÍCULO FINAL