NONA
DOMINGO
VERSÍCULO INTRODUCTORIO
HIMNO
2.- Largíre clarum véspere,
quo vita numquam décidat,
sed prǽmium mortis sacræ
perénnis instet glória.
3.- Præsta, Pater piíssime,
Patríque compar Únice,
cum Spíritu Paráclito
regnans per omne sǽculum. Amen.
TRADUCCIÓN
Oh Dios, Fuerza vital del universo,
que permaneciendo inmóvil en ti mismo,
estableces la sucesión de los tiempos,
y los intervalos de la luz diurna.
Concédenos un anochecer luminoso,
en el que nuestra vida ya nunca muera,
antes bien, sea el premio
de una muerte santa.
Concédenoslo Padre misericordioso,
que con tu Hijo Unigénito
y el Espíritu Paráclito,
reinas por los siglos de los siglos. Amén.
O bien:
2.- La claridad de esta tarde sea, / imagen de la vida que no muere,
su afán el seguimiento de tu obra, / tu paz, el galardón de su esfuerzo.
3.- Tu gloria, Padre Creador, cantamos, / los hijos de la luz que tú nos diste,
por medio de Jesús, tu Verbo Eterno, / en el que es Fuego, Vida y Consuelo.
Amén.
SALMODIA
ANT.:
Salmo 135
1 Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
2 Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.
3 Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.
4 Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.
5 Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.
6 Él afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.
7 Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.
8 El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.
9 La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.
10 Él hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.
11 Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.
12 Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.
13 Él dividió en dos partes el Mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.
14 Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.
15 Arrojó en el Mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su misericordia.
16 Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.
17 Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.
18 Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su misericordia.
19 A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.
20 Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.
21 Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.
22 En heredad a Israel, su siervo:
porque es eterna su misericordia.
23 En nuestra humillación se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.
24 Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.
25 Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.
26 Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.
Se repite la antífona
LECTURA BREVE I Ga 6,9-10
No nos cansemos de hacer el bien; que, si no desmayamos, a su tiempo cosecharemos. En una palabra, mientras tenemos ocasión, trabajemos por el bien de todos, especialmente por el de la familia de la fe.
Sal 118,145
V. Te invoco de todo corazón; respóndeme, Señor.
R. Y guardaré tus leyes.
LECTURA BREVE II 2 Co 1,21-22
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
Sal 26,1a.c.
V. El Señor es mi luz y mi salvación.
R. El Señor es la defensa de mi vida.
LECTURA BREVE III 2 Tm 1,9
Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo.
Sal 77,53a.54a
V. El Señor los condujo seguros, sin alarmas.
R. Los hizo entrar por las santas fronteras.
LECTURA BREVE IV Ct 8,6b-7
Es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasión como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina; las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos.
Sal 17,2-3
V. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
R. Mi escudo, mi fuerza salvadora.
ORACIÓN CONCLUSIVA Se toma del domingo correspondiente del tiempo ordinario
VERSÍCULO FINAL